Powered By Blogger

martes, 24 de febrero de 2009

Cosas de la edad...

Supongo que es algo natural e inevitable que a medida que envejecemos, nuestras defensas se debilitan más y mas, nos volvemos cada vez mas flojos y dependientes, sobretodo dependientes del cariño y las atenciones de los demás, y eso nos provoca un sufrimiento casi mayor que todo el dolor que la enfermedad o enfermedades que nos atacan nos puedan producir...
Estos meses estan mis abuelos viviendo con nosotros, en casa de mis padres. Todo sucedió por que mi abuela se rompió el tobillo y entonces decidimos que, hasta que se recuperase, vendrian tanto mi abuela como mi abuelo a vivir con nosotros aqui en Valencia, con el único objetivo de que no estuvieran solos; que estuvieran bien asistidos y bien cuidados. Por lo tanto en principio, debía ser algo temporal. Hace poco más de un par de semanas, el mismo dia que yo me marchaba a Polonia, mis abuelos volvian por fín al pueblo. Que ganas tenían los dos de volver a estar en SU casa, en su pueblo, tranquilos, y haciendo su vida, como siempre. Y que felicidad y sobretodo que tranquilidad para nosotros, puesto que eso evidentemente significaba que mi abuela, sin estar bien al 100 por 100, estaba ya mucho mejor y podia empezar a valerse por sí misma. Pero que poco ha durado esta situación. Ahora es mi abuelo el que está mal. El pobre hombre hace ya muchos años que sufre de problemas de circulación, hernia de hiato y no se que cosas mas...y desde que volvieron al pueblo todos estos problemas se le han agudizado. En apenas 10 días le tuvieron que llevar al hospital dos veces. Con lo cual tomamos la decisión de volverlos a traer a Valencia, para estar mas tranquilos, mas cerca de él y pensando también que quizas así mejoraría. Pero hoy soy mas pesimista que nunca. Esta mañana estaba muy mal. Lleno de dolor por todo el cuerpo. Con nauseas, dolor de cabeza...y lo que yo creo que le dolía mas era la sensación de impotencia, de ver que no puede valerse por si mismo, y que no puede hacer nada ante tanto dolor. Estaba continuamente llorando, y temiendo incluso que este fuera el principio del fin. De su fin. Al final, hemos llamado al médico, y ahora mientras yo escribo estas lineas, en mi casa, para no dejar a mi abuela sola, mi madre y mi hermana están en el hospital con mi abuelo, al que le están haciendo toda clase de pruebas para ver que tiene. Solo espero que no sea necesario dejarlo ingresado, por que eso si que sería su fin. No se cuanto tiempo podría resistir mi abuelo encerrado entre las frias paredes de un hospital, lleno de tubos, hasta arriba de medicación...un hombre como él, que siempre ha sido fuerte, valiente, luchador, y que ahora se ve a sí mismo desvalido, débil y enfermo.

Estos últimos dias he empezado a ser consciente de que, probablemente estoy asistiendo a sus últimos dias. Cada vez sus achaques son mas frecuentes y más fuertes. Continuamente tiene frío, aunque en casa la calefacción esté a tope para que él esté a gusto, y en la calle haga una temperatura más que agradable (como hoy por ejemplo, que estamos a 21º), y las cosas ya no son como antes. Me da miedo pensar incluso que no llegue a la primavera. Pero con todo lo optimista que me gusta ser, estos días, con respecto a este tema, me invade un pesismismo total y absoluto.

Espero que no sea nada, y que nos lo devuelvan a casa sano y salvo. Pero si tuviera que quedarse ingresado, y, efectivamente, estos fueran sus últimos dias, aún siendo algo mas o menos esperado, sería un golpe grandísimo, del que seguramente me costaría muchísimo salir. El consuelo que me quedaría sería haber disfrutado de él durante más de 27 años. Todos los buenos recuerdos. Que son muchísimos. Infinitos. Y un estímulo constante para seguir creciendo en todos los sentidos, para seguir dia a dia luchando para sacar adelante mi empresa y convertirme en el hombre de provecho y éxito que mi abuelo siempre quiso que fuera su nieto. Y hacer que se sienta orgulloso.

Espero tardar todavia mucho tiempo en escribir un post de homenaje a él. De verdad, ojalá que dure todavía muchos años mas...pero hoy, por primera vez, lo he visto todo realmente negro.

Resiste abuelo. No te rindas. Estamos todos contigo. Tu puedes conseguirlo.

Te quiero, abuelito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario