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domingo, 7 de diciembre de 2008

Mi perrito, Yako


Van a hacer ya dos años...menudo dia de año nuevo. El primer dia del año 2007, mi perro, Yako, nos dejaba para siempre. Ese año, la verdad es que las cosas no pintaban nada bien. El final del año 2006 fué una mierda para mí, al tener que volver a casa de mis padres después de que se rompiera la relación con mi ex-novia. Acabé el año sumido en una depresión enorme de la que me costó muchísimo salir. Yako era, para mí, lo que habia sido siempre. Mi fiel compañero. Alguien que me escuchaba sin juzgarme, que me hacia compañía, me animaba...últimamente estaba un poco pachucho, pero nada hacia presagiar un desenlace tan trágico. El dia de año nuevo del 2007, me habia ido a comer con mis padres a casa de unos amigos que viven bastante cerca. Apenas habiamos acabado de comer, llamó mi hermana (que habia preferido quedarse en casa, recuperándose de la noche vieja) completamente histérica, diciendo que Yako estaba fatal, tumbado en el suelo y que le estaban dando ataques. Corrimos a casa como rayos, lo llevamos a una clínica de urgencia, se hizo por el todo lo que se pudo hacer, pero no fue suficiente. Yako nos dejó definitivamente el dia 1 de enero de 2007, cuando contaba solo con 12 años de edad.


Murió como habia vivido. Como uno mas de la familia. Rodeado de todos sus seres queridos que hicieron por él todo cuanto pudieron hacer.


Aun recuerdo su primer viaje, cuando lo adoptamos en la protectora de animales de Godella. Lo traje yo mismo, en la palma de mi mano, protegiendolo del frio cubierto con mi chaqueta. Aún se me escapan las lágrimas al acordarme de este momento. Y si su primer viaje fue conmigo, el último tambien tenia que serlo. Toda la familia nos fuimos a Xativa, al campo que mi padre tiene alli, un sitio que a Yako le encantaba por que podia correr y disfrutar libremente entre olivos y naranjos, y durante todo el viaje Yako vino en mis brazos. Que sensacion mas extraña. Llevarlo en mis brazos, muerto, recordando su primer viaje, en la palma de mi mano, un cachorrito lleno de vida...


Pocas veces he llorado tanto como ese dia. Pocas veces he sufrido tanto la pérdida de un ser querido. Aún a dia de hoy, me acuerdo de él y me viene una sonrisa a la cara, seguida después de unas inevitables lagrimillas de tristeza al darme cuenta de que ya no está con nosotros, ni estará nunca más.


Así que, en estos días que me recuerdan inevitablemente a él, por lo importante que para mí fue su cariño incondicional en unos momentos que eran para mí tan dolorosos y dificiles, y que se acerca ya el segundo aniversario de su muerte, no puedo por menos que dedicarle, al menos, unas palabras, para que él sepa que lo sigo queriendo muchísimo, que me sigo acordando de él cada dia y que siempre estará en mi corazón.


A mi fiel perrito, Yako. Nunca te olvidaré.


1 comentario:

  1. Ey! Primero de nada felicidades por este nuevo blog, y espero que te de muchas alegrias y lo disfrutes mucho.

    Y con lo de Yako te entiendo perfectamente, de hecho tu lo sabes bien después del triste final que tuvo Hobbit hara penas un mes o poco mas. Es increible lo que se puede llegar a querer a un perro y lo que se puede sentir por ellos.

    Un abrazo y cuidate hermano

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